Cientos de mujeres se congregaron el viernes 16 de agosto en las inmediaciones de la Fiscalía General de Justicia de Puebla, ubicada en el bulevar Héroes de 5 del Mayo. Con brillantina, pintura y mucha rabia exigieron justicia por los casos de violencia sexual, las desapariciones y los casos de feminicidio que se han quedado impunes en el estado.
Después, un grupo más reducido se dirigió a la Unidad Especializada en Delitos Sexuales, Violencia Familiar y Delitos de Género, en la calle 10 Oriente 414, donde denunciaron la falta de perspectiva de género de los agentes del Ministerio Público, la negativa a dictar órdenes de protección a las víctimas de violencia y la dilación en las investigaciones.
De esta forma las poblanas se sumaron a la movilización nacional convocada después de la violación sexual de una menor de edad por cuatro policías en la Ciudad de México, y cuya investigación se vería comprometida por la filtración de datos por parte de la Procuraduría capitalina. También como una respuesta a la apertura de carpetas de investigación contra las feministas que irrumpieron la misma semana en las instalaciones de la Procuraduría de Justicia de la Ciudad de México (PGJ) y arrojaron brillantina al secretario de Seguridad Ciudadana, Jesús Orta.
DIGAN RABIA
Al filo de las 16:00 horas del viernes 16 de agosto, unas 300 mujeres arribaron a la Fiscalía de Puebla. En redes sociales y en mensajes telefónicos se pidió a las asistentes que fueran vestidas de negro, que se cubrieran el rostro y que no llevaran mochilas grandes de las que las pudieran jalar, en caso de una probable detención.
Para evitar que se infiltraran personas ajenas al movimiento, contingente formó un círculo alrededor de las mujeres que arrojaron brillantina e hicieron pintas en el edificio de la Fiscalía. Las manifestantes mostraron su coraje y su rechazo a la violencia policiaca pintando e interviniendo una patrulla de tránsito municipal, pues lo casos de violación por policías no son únicos en la Ciudad de México, a finales de enero de este año en Puebla un policía municipal violó a una joven.
La víctima y sus amistades estaban bebiendo en la vía pública, cuando fueron detectados por policías municipales. Los agentes aceptaron que les hicieran un pago para no remitirlos al juzgado calificador, para lo cual se trasladarían a un domicilio por el dinero. A ella un agente la subió a otra patrulla y la abusó sexualmente. Actualmente el policía se encuentra detenido y enfrentará cargos por violación; mientras que sus compañeros lo harán por cohecho.
La colectiva Hijas de Xochiquetzalli leyó un pronunciamiento, en el cual señalaron que las mujeres en Puebla, México y el mundo viven con temor de ser violentadas en las calles, en las escuelas, en los trabajos y hasta en sus propias casas.
“Las mujeres estamos hartas de ser humilladas, menospreciadas y violentadas por cuanto hombre o institución se le plazca. Por eso estamos aquí, para gritarle al mundo que no permitiremos una agresión más en nuestra contra”, fue parte del mensaje que dio la colectiva.
Las Hijas de Xochiquetzalli terminaron con un grito de: ¡Justicia!.
DENUNCIAN FALLAS
Después de las 18:00 horas, las feministas impidieron que se cerraran las puertas de la Unidad Especializada en Delitos Sexuales y desde el interior del recito la organización civil “El Taller” dio un mensaje.
“Se necesita mucho valor para denunciar una agresión sexual y el procedimiento es duro, es revictimizante. Al hacer público el caso, la víctima no sólo se enfrenta a la descalificación de las autoridades, sino también al escarnio de la sociedad (…) Ésta y otras instancias encargadas de prevenir, atender, investigar y sancionar la violencia contra las mujeres han sido ineficaces y han carecido de perspectiva de género”, dijo la vocera de la agrupación.
Las feministas tocaron tambores, gritaron consignas e invitaron a quienes transitaban por la calle a solidarizarse, porque los crímenes contra las mujeres afectan a toda la sociedad, señalaron.