Dando respuesta a la demanda social, de poder contar con áreas peatonales libres, seguras, y así tener oportunidad de transitar sin arriesgar la vida, el Arquitecto Ramón Montalvo Hernández Presidente Municipal Constitucional, instruyó al jefe de área correspondiente, desalojar las vías consideradas para uso peatonal, de toda clase de objetos.
En respuesta a la ordenanza del jefe de gobierno Montalvo Hernández, José Luís Galván, director de Comercio y Normatividad, viene recorriendo avenidas y calles, en busca de puestos metálicos, que se encuentran colocados sobre banquetas y arroyo vehicular, los cuales ya una vez detectados se ubica al propietario, y es invitado a retirar su inmueble del paso peatonal.
De no tener el funcionario de Comercio y Normatividad, respuesta favorable su petición, procede a desalojar los puestos por medio de vehículo grúa, enviándolos a espacio municipal especial, donde posteriormente la persona que acuda a reclamarlo pueda acreditar ser el propietario y lo rescate, previo pago de posible sanción.
José Luís Galván, responsable de la acción de liberar banquetas y arroyos, considerados de uso peatonal, comenta que, por denuncia de colonos, se ha enterado que muchos de los puestos metálicos, ya tienen varios años abandonados, inclusive se desconoce el paradero de su propietario, sin embargo, se le informa al vecino cercano sobre el lugar donde es llevado el armatoste.
Señala el servidor, estar consciente que a algunas petsonas que ejercen el comercio de manera informal en la vía pública en puestos fijos sobre banquetas y camellones, al ser retirados sus negocios resultan afectados, solo que, oportunamente les participa de las facilidades que proporciona el gobierno municipal para ejercer su actividad comercial de forma ordenada y sin dañar a terceros.
Añadió que, el propósito del mandatario Ramón Montalvo Hernández, es conforme a la demanda ciudadana, proteger la integridad física de las personas que tienen que transitar por la banqueta, y, que por encontrarse obstaculizada se ven en la necesidad de transitar por la vía vehicular situando en riesgo su vida, por no tener libre circulación en la arteria peatonal.
Varios de estos establecimientos se encuentran abandonados y solo han servido como refugio de malvivientes y criadero de fauna nociva, lo mismo sucede con vehículos que se encuentran estacionados en la calle, los cuales también la gente demanda su pronto retiro, por ser usados como cuevas de viciosos y posiblemente refugio de delincuentes.