“Llegué como todas las mañanas a abrir mi negocio, y ¿cuál fue mi sorpresa?, que los candados estaban botados. Malditos delincuentes se llevaron el tanque de gas, refrescos, carne y la estufa”, denunció sumamente irritada la propietaria de uno de los estanquillos de venta de tortas, ubicados sobre la calle de Cuauhtémoc del barrio de la Capilla de Jesús en este municipio.
La afectada, quien pidió omitir sus generales por temor a represalias, indicó que esta situación también la padeció su vecina. “En el estanquillo de a lado los rateros rompieron la cadena y se llevaron las mismas cosas”.
Narró que posiblemente los delincuentes perpetraron el robo por la madrugada, ya que aseguró que la zona no cuenta con vigilancia.
Asimismo, dijo que con esta vez ya van dos ocasiones que es robada; la vez pasada, los malhechores se llevaron hasta la crema.
Por su parte, vecinos denunciaron que en el lugar ya es centro de reunión de individuos que se dedican a ingerir bebidas alcohólicas todos los días, y les resulta molesto, pues a solo metros esta una escuela primaria y este sitio es paso obligado por las madres de familia.