Uno de los beneficios de la Ley de Remuneraciones que se aprobó ayer en el Congreso, es la eliminación de las pensiones millonarias de los expresidentes.
Y es que de acuerdo con la Ley de Remuneraciones de los Servidores Públicos no se podrán entregar pensiones o percepciones de retiro que no estén sustentadas jurídicamente.
“No se concederán ni cubrirán jubilaciones, pensiones o haberes de retiro sin que éstas se encuentren asignadas por la Ley, decreto legislativo, contrato…”, dice la minuta.
La nueva ley, aprobada con 433 diputados a favor, 9 en contra y una abstención, también establece un tope salarial para los servidores públicos, quienes deben ganar menos que el presidente (o 108 mil pesos mensuales que se fijo Andrés Manuel López Obrador, presidente electo, como sueldo).
Por si fuera poco, la ley regula las dietas, aguinaldos, premios, recompensas y bonos a servidores públicos.
Detractores de la nueva regulación prevén una serie de demandas contra la reducción salarial, además que señalan la imposibilidad por ley de reducir los salarios actuales de empleados gubernamentales.
Por otro lado están los que consideran que el servicio público no es un negocio y por lo tanto no habría que esperar ganar sueldos millonarios.