Con la nueva medida emergente que presentará la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe), los dueños de vehículos anteriores a 2006 podrán seguir verificando sus automóviles aunque no cuenten con un sistema de diagnóstico a bordo; sin embargo, no podrán acceder a los hologramas 0 y 00, debido a que su medición física-mecánica no otorga ninguna garantía del nivel de emisiones que arrojan.
De acuerdo con Martín Gutiérrez Lacayo, titular de la CAMe, 30 por ciento del parque vehicular que circula en el Valle de México es anterior a 2006, a quienes por ley no puede prohibírseles la verificación, por lo que tendrán que ser evaluados mediante el sistema de rodillo que ya existe en los verificentros de la Ciudad de México y de la entidad mexiquense.
Explicó que el resto de los automotores tendrán que ser evaluados con el sistema de diagnóstico a bordo, como ocurre en la mayoría de los países, lo que no implica ningún costo para los automovilistas y representa una única inversión por debajo de los dos mil pesos para los concesionarios de los verificentros, pues en lo único que tendrán que gastar es en adaptar un cable de las estaciones.
Detalló que con el nuevo sistema, las mediciones se realizarán conectando un cable del vehículo al sistema de las computadoras para conocer directamente las emisiones; para que éste funcione, el gobierno capitalino y el mexiquense tendrán que actualizar el software de los verificentros de manera gratuita, del cual ya se han hecho varias pruebas desde el año pasado, basadas en vehículos de Asia, Europa y Estados Unidos, y que las autoridades ya cuentan con él.
Van tras verificentros corruptos
Martín Gutiérrez Lacayo explicó que a pesar de que aún no se establecen las normas bajo las cuáles van a operar, la nueva medida contempla la instalación de sensores remotos móviles que se instalarán afuera de los verificentros de las entidades que conforman la Megalópolis, para que también midan los niveles de contaminantes de los vehículos que salen de verificar.
Esas lecturas se constatarán con las mediciones que arrojó cada vehículo de acuerdo con el verificentro, lo que permitirá detectar cuáles están variando la información y con ello, sancionarlos o clausurarlos, según sea el caso.
Expuso que estos radares, probados por los gobiernos de la Ciudad de México y el Estado de México, el Instituto Mexicano del Petróleo y el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático, miden cuatro niveles de contaminantes de automóviles en movimiento, entre ellas óxido de nitrógeno, azufre y emisiones de dióxido de carbono, mediante un láser de distorsión infrarrojo, los cuales requerirán de una inversión de 6 millones de pesos del Fideicomiso de la CAMe, aunque se analiza la posibilidad de rentar el equipo, ya que el mantenimiento de los equipos resulta caro.
Agregó que la discusión en el seno de la CAMe está enfocada en darle mayores facultades a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), para que también pueda revisar el funcionamiento de los verificentros, aunque las sanciones continuarán a cargo de los gobiernos locales.
En este sentido, dijo, se revisa la nueva norma para verificar si se incrementarán las sanciones o no, por parte de los gobiernos locales.
