Sunday 28 de April del 2024

10 peleas que enfrentan todas la parejas cuando son padres y cómo solucionarlas

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Este es un tema del que nadie habla.

Muchos hablamos de lo bello que es tener hijos, pero pocos decimos los problemas que surgen con nuestra pareja a raíz de convertirnos en padres y mucho menos se nos enseña el camino para solucionar estos mal entendidos. Por eso hoy, de la mano de un experto tocamos el tema. ¡Estas son las 10 peleas más comunes a las que te enfrentarás con tu pareja cuando se conviertan en padres!

Peleas que enfrentas con tu pareja cuando te conviertes en papá. FOTO: UNSPLASH

TE TOCA LEVANTARTE A TI

Probablemente la madre de todas las discusiones paternas: a quién le toca levantarse cuando el bebé se despierta por la noche. “Cariño yo mañana tengo una reunión importante” – “Ya, pero es la tercera vez que me levanto yo” – “Vale, pero tú le das el desayuno y duermo 10 minutos más” es la rápida negociación que puede tener lugar en los 10 segundos posteriores a oír llorar a tu pequeño desde su habitación.

CONTIGO COME MEJOR

Un halago con muy malas intenciones. Como decía mi madre: en comunidad no muestres habilidad. Así que cuando se trata de comer tranquilo, todo vale. Porque por muy bien que coma un niño, por muy divertido que llegue a ser, de vez en cuando te apetece que tu comida no esté fría cuando por fin le hinques el diente.

ESA CACA LLEVA TU NOMBRE

Lo de cambiar pañales es algo que al principio se lleva sin problema, pero a medida que el bebé empieza a comer como un adulto, sus deposiciones empiezan a ser más… “jugosas”. Así que en cuanto vemos que empieza a hacer fuerza, comienza el “baile” de a quién le toca abrir el paquete sorpresa. Más de un padre lleva una cuenta interna de cuántos pañales ha cambiado y siempre cree que son más que los que ha cambiado su pareja.

NO LE DES ESO DE COMER TODAVÍA

Por increíble que parezca, es posible que los dos padres sean “irresponsables” con la alimentación del bebé y se recriminen mutuamente cosas ignorando sus propios deslices. “¿No es muy pronto para darle jamón?” – “¡Pero si ayer le diste una cucharada de tus natillas!” – “¡Es que me las pedía a gritos” – “¡Pues a mí me pone ojitos cuando me ve cortar jamón!”. Y así hasta el infinito.

NECESITO UNA DUCHA

Cuando eres padre, no hay momento que más atesoras que el tiempo que pasas en la ducha. Agua caliente y la imposibilidad de atender las necesidades de tu pequeño; hasta sus llantos, si los hay, se mitigan con el correr del agua.

Es por ello que ducharse es la moneda de cambio más preciada. No descartes discutir sobre quién de los dos huele peor o tiene el pelo más sucio, o acabar con el pequeño en la bañera porque si no, no hay manera.

¡PERO CÓMO LE VISTES ASÍ!

Es probable que uno de los dos miembros de la pareja tenga más gusto para vestir, aunque vale con que simplemente crea que así sea para horrorizarse cada vez que el otro le pone el conjunto inadecuado para la ocasión o no combina los colores o las texturas adecuadamente. ¿No ves que ese lazo que le has puesto en el pelo no pega con el resto?

¿NO PASARÁ FRÍO?

Porque esa es otra, mi pareja y yo nunca nos ponemos de acuerdo en el número de capas: cuando yo la quiero abrigar más resulta que hace calor, y cuando le quito el abrigo (o se me olvida) siempre hace más frío. Debo de tener el termostato estropeado. Y en casa más de lo mismo, a uno le parece que hace calor en la habitación del bebé, y al otro frío. Y al día siguiente, a la inversa. Fiesta asegurada.

ANDA, LLÉVALE A DORMIR

Con esto rompí mi regla de no mostrar habilidad, y mi pequeña le ha cogido gusto a mis brazos cuando se trata de dormirse, pero no creas que eso nos libra de discusiones. “¿La llevas ya a dormir?” – “Pero si aún no tiene sueño” -“Eso lo dices porque quedan 10 minutos para que acabe el partido” – “Nooo, para nada…”

ME PIDO LA SIESTA

Normalmente, los bebés tienen la buena costumbre de dormir la siesta, momento en el que los padres aprovechamos para hacer lo propio. Sin embargo, cuando por algún motivo el peque se la salta, es el momento de que los padres jueguen al “quién está más cansado” para ver quién es el “afortunado” se queda a cuidarle mientras el otro se lanza a los brazos de Morfeo.

NO HEMOS PUESTO LA LAVADORA

O no hemos fregado los platos, o no hemos limpiado la casa, o no hemos hecho la compra… De repente, a los padres nos entra un fervor por los plurales mayestáticos cuando se trata de hacer notar al otro que no hay de nada en la nevera y ni una cuchara limpia para darle la papilla al bebé. El equilibrio perfecto entre lo duro que es admitir que no lo ha hecho uno mismo y la desfachatez de decirle al otro que tampoco lo ha hecho.

Recuerda siempre que ese niño lo engendraron los dos y es fruto de su amor, por ello las actividades también se deben compartir a la par.

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