Saturday 27 de April del 2024

A un mes del #pitodeMancera. “Me daría pena silbar para que todo mundo sepa que me manosearon”

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Puede funcionar la estrategia pero a la vez no está combatiendo el problema porque “el acoso sigue existiendo y esta estrategia sólo es una muestra del tamaño del problema”

Hace un mes se comenzaron a repartir los silbatos contra el acoso sexual en distintas estaciones del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro y en juzgados cívicos. Se otorgaran los 15 mil silbatos disponibles. Y en una segunda etapa se prevé que se repartan 100 mil silbatos más, según el jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera.

Letra Roja se dio a la tarea de entrevistar a diversas usuarias y usuarios del Metro para conocer su opinión sobre esta nueva estrategia y pudo comprobar que la mayoría de l@s entrevistad@s desconocen el tema (sólo dos mujeres y dos hombres sabían de la entrega de los silbatos), además desconfían de que pueda servir de algo y todas las mujeres entrevistadas han sufrido acoso sexual en el Metro al menos una vez y la mayoría en varias ocasiones.

Los que no

Entre los comentarios negativos sobre la propuesta está lo dicho por Gabriel P., quien señala que “Es una medida más, no sabe si funcionará porque lamentablemente los sistemas en México están rotos”. “Hay muchas cosas más que se tienen que hacer para que funcione, no únicamente el silbato”. Tiene que ser desde la casa, la persona, la sociedad, tienen que cambiar muchas cosas”.

Asimismo, Alejandra Vidal señaló: “Honestamente cuando a una mujer le pasa esto en el Metro o en cualquier otra parte, te sientes incómoda y te da pena, vergüenza. A mí la verdad en caso de tener un problema me daría mucha pena silbar para que todo mundo voltee a verme y ver que me manosearon”.

“En una ocasión que me acosaron ni me moví por la pena, la segunda vez que me pasó le di una cachetada al que me toqueteó, un señor como de 35 años”. “Yo no pediría el silbato y no lo utilizaría, si me pasa de nuevo respondería con golpes o gritos”.

Claudia Méndez por su parte comentó que no está segura de que funcione porque “la gente malvada sabe cómo hacerlo”. Mario Tea dijo que “Realmente no creo que sirva, sirve lo mismo un silbato que hablar, no van a estar trayendo su silbato con ellas todo el tiempo”. Luis Muciño manifestó: “Será lo mismo que cuando no había silbatos, ellas podían gritar o hablar y no lo hacían”. Hace tiempo cuando comenzó la situación de acoso en el Metro hubo muchas demandas, muchas lo hacían sólo para sacar dinero, aunque no hicieras nada. “Son buenas ideas pero cuando se llevan a cabo se ve que las personas las interpretan mal”.

Otros usuarios consideran que la estrategia no servirá de nada sin la ayuda de los policías o la ciudadanía, como Jaime García que nos indicó: “Aunque tengan el silbato si la policía no está atenta no va a servir de nada, el tipo se va a bajar y se va a pelar”. “Creo que tendrían que mandar más vigilantes a las estaciones del metro o que estén más atentos, luego están en la pendeja”.

Usuarios como Gilberto Coli, indicaron que no consideran que ayude en nada tener un silbato, y que basta con tener más cuidado entre todas las personas que usan el Metro, “a veces cuando pasa ese tipo de situaciones es porque la mujer no tiene cuidado, he visto ocasiones en que una mujer se mete en un vagón de puros hombres y en medio de todos. Me ha tocado que me he tenido que hacer varias veces para atrás porque una mujer se pone enfrente de mí y no quiero que se malentienda”.

Foto: Letra Roja
Foto: Letra Roja

Los que sí

Por otra parte, hay usuari@s que consideran que es una buena medida para ayudar a las mujeres que sufren de estos ataques. Como Ana Mendoza, que indicó que si a través de los silbatos “ya hay un instintivo que hace que llame la atención, pueden proteger a la persona”. Eric P. dijo que “por lo mismo del shock no pueden actuar y la gente no les puede ayudar, con el silbato se alertarían y estarían a las vivas con las mujeres”. “Creo que sí va ayudar pero no al cien por ciento, incluso pienso que habrá un cambio momentáneo pero después todo seguirá igual”, nos compartió Gisela Rubio.

Los que no pero sí

Héctor González considera que no es la solución, aunque “posiblemente ayude a la mujer en problemas, pero la solución va más allá y tiene que ver con la educación y en generar conciencia pero mucho mucho a las personas, en este caso a los varones, en el respeto no sólo a la mujer sino a toda persona ajena”.

Pamela Pineda supone que puede funcionar la estrategia pero a la vez no está combatiendo el problema porque “el acoso sigue existiendo y esta estrategia sólo es una muestra del tamaño del problema”.

A la vez dijo que la solución depende de “si nosotras nos damos a respetar y enseñamos a los hombres a que nos respeten.  Se me ocurre que en las escuelas se deberían dar pláticas para que desde pequeños vayan aprendiendo que el respeto no sólo se debe dar a alguien porque es mujer, sino a toda persona”.

En el mismo sentido Gloria Juárez apuntó que ve difícil que sirvan los silbatos pero “ojalá que funcionen”. Tampoco cree que las personas respondan bien a la propuesta ya que “en el Metro si ven a una persona con discapacidad no le ceden el asiento, entonces en caso de acoso no van a querer meter las manos por una persona desconocida, quizás alguno sí pero la mayoría hará ojo de hormiga”.

Reina S. López. expresó que “Realmente no creo que funcione, además podría perjudicar a terceras personas si es que nos equivocamos con la persona que se supone nos acosa”.

Vagones exclusivos para mujeres

En cuanto al tema de los vagones exclusivos para mujeres, la mayoría de las usuarias y usuarios entrevistados manifestaron estar a favor de la separación de vagones a consecuencia de los casos de acoso sexual. Sin embargo, algunos manifestaron su malestar por la segregación, que no favorece un trato igualitario entre hombres y mujeres.

Así, Gabriel P nos señaló que “Con la sociedad que tenemos está bien que las mujeres tengan su propio vagón, si la sociedad fuera más respetuosa, razonante, pues no tendríamos que hacer esto”. A la par, Héctor González opina que “La separación de vagones es buena siempre y cuando esté bien encauzada. Separar los vagones y poner anuncios donde expliquen la razón, que es por el índice de acoso sexual es correcto, aunque a veces ya se toma por un lado sexista”. Gilberto Coli manifestó que la división le parece la mejor “porque en ocasiones es muy difícil evitar una situación negativa por como se viaja en el metro, a veces son accidentes por las prisas que se tienen”.

También hubo comentarios en contra como el de Mariana Licona que nos indicó que “No está bien estructurado, tiene fallas. Supuestamente también es para personas de mayor edad y hay veces que son hombres mayores y no los dejan pasar porque son hombres”. O, lo señalado por Jorge Cedeño: “Es una tontería, hay veces que el Metro está tan lleno y los vagones de mujeres están casi vacíos y toda la gente se acumula en los vagones restantes. Creo que debería ser todo por igual y apoyar con la estrategia de los silbatos”.

Finalmente, Héctor González nos comentó que “el acoso sexual es un tema de educación, la separación de vagones y el uso del silbato son medidas ante la situación que está pasando. Mejoraría transformando la educación, haciendo hincapié no solo en el transporte público, sino en escuelas, la casa, educar todo el entorno y no sólo a las personas del vagón. “A lo mejor esto no tiene nada que ver, es un ejemplo, pero todos sabemos que hay un asiento destinado para personas con discapacidad, ancianos, mujeres embarazadas, y me ha tocado ver personas que llevan a sus hijos sentados en este lugar aunque haya personas que lo necesitan y no le piden a sus hijos que cedan el asiento. Es un ejemplo pero desde aquí veo el problema.

FUENTE : LETRA ROJA

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