El pasado 13 de mayo la violencia se desató en el estadio de Rayados de Monterrey luego de que el equipo local perdiera el clásico norteño ante Tigres. Por tal motivo, la Comisión Disciplinaria de la Federación Mexicana de Futbol (Femexfut) determinó sancionar al conjunto regiomontano con un partido de cierre de las tribunas a su estadio y una multa económica por las riñas.

Sin embargo, la directiva del club blanquiazul presentó un recurso de inconformidad, en la que aportaron documentos, videos y otras pruebas, con lo que la Comisión de Apelaciones (CA) de la Femexfut revirtió el veto de un partido al Estadio de Rayados y se impuso sólo una sanción económica y un aviso de veto.

“Las dos confrontaciones duraron no más de dos minutos, debido a que los elementos de seguridad actuaron para evitar mayores confrontaciones” explica la resolución de la CA y continúa:

“Si bien la Comisión de Apelaciones reprocha todo acto violento, dentro de su actuar, como órgano colegiado de resolución de última instancia, debe, siempre, de ponderar la sanción considerando todos los factores determinantes de la culpabilidad”.

“En el caso que nos ocupa y por los elementos antes expuestos, la Comisión de Apelaciones considera que la sanción establecida por la Comisión Disciplinaria no es proporcional con lo ocurrido en el partido de referencia tomando en cuenta que el veto de estadio es la sanción más grave que contempla el Reglamento de Sanciones”.

Por su parte, la directiva de Tigres manifestó su inconformidad pues, dijo, en un futuro los agresores en los estadios actuarán con un cronómetro en la mano, para asegurarse de que sus golpizas no excedan los dos minutos.