Cuando Ana Ballesteros se dirigía a la escuela, un rayo la impactó, por lo que quedó sin el movimiento de las piernas.  Para eliminar la “mala energía” que obtuvo a partir de esta descarga eléctrica, ella decidió permanecer (durante tres días) enterrada viva dentro de un hoyo que cavaron familiares y vecinos de Cereté, Colombia, para mejorar su salud.

Ballesteros declaró que: “Los médicos estudiaron la medicina, pero no para los rayos. Yo sé que metiéndome al hueco, ese donde me van a enterrar, me voy a mejorar porque son cosas antiguas”.

De acuerdo con información de El Debate, el médico Walter Gómez aclaró que aún no hay un estudio que compruebe esta práctica, por lo que no es creíble que este procedimiento beneficie a la paciente. No obstante, la mujer no se dará por vencida.