La megalomanía es definida como un trastorno de la personalidad, caracterizado porque la persona tiene ideas de grandeza
Hasta tres por ciento de la población puede presentar megalomanía, según datos de la Organización Mundial de la Salud, dice el profesor Mario Esparza, de la Universidad de Guadalajara (UG).
La megalomanía es definida como un trastorno de la personalidad, caracterizado porque la persona tiene ideas de grandeza, de manera que puede mentir, manipular o exagerar algunas situaciones o a las personas, a fin de conseguir sus objetivos.
Su carácter es voluble, indeciso y en ocasiones se pueden tornar agresivos, cuando no les salen bien las cosas. El padecimiento puede estar presente a cualquier edad, pero es más notorio cuando son jóvenes o adultos.
Esto es justo lo que le ha pasado a Joaquín “El Chapo” Guzmán y lo que le costó su captura.
Ayer la Procuraduría General de la República informó que uno de los motivos por los que pudieron localizar al capo, es que quería grabar una película biográfica y se comunicó con el que sería su director y con actores. ¿Se imagina usted?
Siendo el líder del Cártel de Sinaloa, con más de 3 mil muertes encima, con todos los sistemas de inteligencia buscándolo, con mil millones de dólares en el banco y prófugo de la justicia, lo único que quería, era hacer una película.
Lo mismo que le pasó en la detención de 2014 donde quiso darse el lujo de estar con su esposa y sus hijas como cualquier hijo de vecino, pero elementos del ejército lo sitiaron en un hotel de Mazatlán.
En el texto publicado en la página de la UG especifica que “si los contradices son peligrosos, porque se enojan tanto que pueden ser agresivos y groseros, de manera que es necesario tener cuidado”. Ese tipo de conductas es una forma en la que ejercen dominio o creen tener poder.
Afortunadamente hay tratamiento, el cual es multidisciplinario, al combinar sobre todo la asesoría psicológica con otras áreas. Sin embargo, pocas personas reconocen que lo padecen y, sobre todo, no siempre hay seguimiento.