En la Ciudad de México, los conductores hacen todo lo posible por escapar de los agentes de tránsito
Entre insultos, amenazas y agresiones transcurre la jornada de los policías de tránsito que colocan los inmovilizadores a los conductores que infringen el Reglamento de Tránsito en la Ciudad de México.
Las “arañas” suponen un conflicto entre los uniformados y los conductores, pues mientras los primeros tienen la indicación de no permitir que se escapen los vehículos mal estacionados, los usuarios se quejan de sufrir injusticias a manos de los uniformados.
Durante un recorrido por diversas calles del Perímetro A y B del Centro Histórico Letra Roja pudo observar la agilidad de los oficiales de tránsito para detectar a conductores mal estacionados y colocar la araña en cuestión de segundos.
La respuesta de cólera de los conductores al observar que son infraccionados es evidente. Una camioneta de transporte de carga “se libró” de la infracción y de la araña, porque tenía un permiso para estacionarse momentáneamente mientras descarga o carga material de un local de la calle Mesones.
“Si no se estacionaran en lugares prohibidos no pasaría nada, no tendríamos por qué infraccionarlos”, expresó un oficial que ponía la araña a un vehículo mal estacionado sobre Luis Moya.
En promedio son 100 infracciones diarias las que se cometen al día las que levanta en el perímetro del Centro Histórico.
“Sólo me estacioné dos segundos para bajar a comprar algo y ya me habían puesto la araña. Sólo estaba esperando a mi amiga y ya me iba”, son algunas de las frases frecuentes entre los ciudadanos que son sorprendidos por la araña.
En las inmediaciones de la Embajada de Estados Unidos, los conductores en su intento de escapar del inmovilizador dañan su auto, se pelean con los agentes e incluso llegan a intercambiar algunos empujones. Algunos sí lograron fugarse.
Un vecino del lugar comentó que en una ocasión un grupo de personas estuvo durante horas intentando romper el candado del inmovilizador, “sin que nadie les dijera nada, y sin que se apareciera la policía en ningún momento”.
Guillermo Mondragón comentó que una vez le pusieron un inmovilizador a su auto porque no se veían los números de su placa, aunque tenía tiempo de sobra en el parquímetro.
“Me pusieron la araña porque el parquímetro no digitó bien los números, cuando bajé tenía tiempo de sobra y me pusieron la araña porque no se veían los números ahí. Hablé, hablé con el que me estaba poniendo la araña y de todos modos me la pusieron”, dijo.
Después de pagar su multa de 575 pesos regresaron a quitarle el inmovilizador en 45 minutos.
El capítulo quinto del Protocolo de Actuación Policial de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal en Materia de Circulación Peatonal, Vehicular y Seguridad Vial en la Ciudad de México, señala:
“El mando responsable coordinará con las direcciones operativas de las empresas concesionarias las acciones para implementar el servicio de inmovilizadores en las zonas habilitadas con parquímetros, así como las implementadas en los Perímetros A y B del primer cuadro de la Ciudad de México, para controlar el estacionamiento de vehículos particulares, transporte de carga y del servicio público”.
Asimismo, señala que un agente facultado para infraccionar, en conjunto con personal de la empresa concesionaria, realizarán recorridos para verificar que los vehículos estacionados en zona de parquímetros hayan cumplido con el pago correspondiente.
El agente deberá confirmar que coincida el número de placas, tiempo y fecha actual entre el comprobante electrónico y el vehículo. En caso de contar con el tiempo vencido, el agente realizará el llenado de la boleta y la colocación del inmovilizador.
Una vez realizado el pago de la multa, el conductor deberá comunicarse para que hagan el retiro de la araña en un tiempo de 45 minutos a dos horas. Si el conductor no paga la multa en un lapso de dos horas, a partir de la colocación del inmovilizador, el auto será remitido al corralón.
