Son elaborados con pólvora, por lo tanto el humo que producen es altamente contaminante del ambiente y nocivo para la salud.

Las posadas, esa bella tradición multicolor donde se concentran cientos de personas a festejar a algún bendecido católico, donde la gente baila entre música de tambora y chinelos, donde al final recibes tu tamal, tu atole y los cacahuates con confites, y donde para placer del público bailador, la banda de música se hace presente hasta altas horas de la madrugada, y como cereza de las posadas, no pueden faltar los cuetes.

Los cuetes son elaborados con pólvora, por lo tanto el humo que producen es altamente contaminante del ambiente y nocivo para la salud.

Además, el ruido que hacen entre el chiflidito y el cielo es brutal, y después de unos veinte tronidos a cualquiera le da vueltas la cabeza.

Pero pensemos en que nosotros los humanos estamos relativamente acostumbrados a ese sonido, pues por más disturbio que haya con los cuetes, sólo nos dejarán una jaqueca, sin embargo a los animales domésticos sí les causan tribulaciones más pesadas.

Los animales no saben de dónde sale ese sonido tan molesto para ellos, y sus reacciones son múltiples: miedo, agresividad y ansiedad. ¿Es justo causar ese tipo de malestar solo por gusto?

Han sido prohibidos los cuetes por las autoridades, pero no todos los cuetes y no en todas las épocas del año, y como diciembre es el más festivo, entonces también es el más ruidoso. Si en casa tienes mascotas que se asustan con el sonido de la pirotecnia, intenta tres de las siguientes técnicas para calmarlos:

·         Amárrales alrededor del cuerpo una bufanda ligeramente apretada

·         Déjalos esconderse en el lugar que prefieran

·          Acarícialos constantemente para hacerles saber que todo está bien