¿Los Arellano y JC Chávez detrás de la muerte de Colosio?

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Una plática áspera: el tema era la muerte de Colosio

Apenas una o dos horas después de que Luis Donaldo Colosio fue asesinado en Lomas Taurinas un integrante de la organización criminal de García Ábrego se reunió con Amado Carrillo “El señor de los cielos” en una casa del Pedregal.

En la reunión, allá por 1994, estaban presentes sólo hombres de confianza. La plática se tornó áspera, el tema era la muerte de Colosio.

Amado Carrillo preguntó al otro criminal si sabía de la noticia, a lo que respondió que se enteró por las noticias en la televisión. Ese día hablaron de un audio en el que se escuchaba claramente las instrucciones para ejecutar al entonces candidato del PRI a la presidencia.

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El audio, según platicó Carrillo, era una llamada interceptada que Los Arellano le hicieron al boxeador Julio César Chávez, y en la que se escuchaba como recibía instrucciones de entregar “un dinero” porque Colosio iba para allá y se tenía que hacer “el trabajo”.

En el audio se mencionaba a “El Pelón” Córdoba Montoya como el actor intelectual y quien habría entregado a Colosio por 500 mil dólares. Nunca se mencionó el nombre de Mario Aburto.

Amado Carrillo no precisó si en la grabación se escuchó si el dinero sería entregado en efectivo, cheque o de alguna otra forma. “El señor de los cielos” comentó que Córdoba Montoya, se “fregó a Colosio por 500 pesos”.

En aquel momento el criminal aseguró que los hermanos Arellano Félix le habían hecho un favor a Montoya de matar a Colosio, fungiendo como intermediario Julio César Chávez, del que se decía era compadre de “Los Aretes”.

Amado Carrillo y Juan García Ábrego tenían un vínculo amistoso con el licenciado Luis Donaldo Colosio e incluso resultaban afectados con su muerte.

“El señor de los cielos” comentó que un familiar muy cercano a Mario Aburto habría estado en el homicidio del candidato, ese hombre trabajaba en el equipo de entrenamiento de Julio César Chávez y días después lo encontraron muerto.

Apareció en el mismo lugar en que dieron muerte a un sparring de Julio César, y el motivo de la muerte se debía a que conocía con exactitud cómo habrían ocurrido los hechos del homicidio del candidato.

Amado Carrillo ofreció al narcotraficante que escucharan el audio, pero en ese momento se trataría un negocio de drogas por lo que evitó el tema y decidieron seguir con la plática.

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Esta historia formó parte del “Informe de la investigación del homicidio del licenciado Colosio” que realizó la Procuraduría General de la República a través de la Subprocuraduría Especial para el caso Colosio en el año 2000 y al que Letra Roja tuvo acceso. Aunque nunca se comprobó la existencia del audio, la historia quedó como una línea de investigación dentro del controvertido caso. 

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