La campaña de José Antonio Meade Kuribreña, candidato presidencial por la coalición ‘Todos por México’, ha sido un desastre. De comenzar el año en un empate técnico en el segundo lugar de las preferencias electorales con Ricardo Anaya ha pasado a un distante tercer lugar, muy alejado de los dos punteros.
Los constantes errores en la campaña de Meade, así como la ineficacia de su equipo de asesores, como Enrique Ochoa Reza, Aurelio Nuño Mayer y Javier Lozano Alarcón; así como su mal desempeño durante el primer debate presidencial en abril, han llevado su campaña a una estrepitosa caída en las encuestas.
Otros factores que han contribuido a su desplome es la poca aceptación con la que el PRI dejará la actual administración y su cercanía con el presidente Enrique Peña Nieto; así como la falta de empatía que genera en la población, ya que en los dos meses de campaña no ha hecho clic con las personas, registrando desoladores vacíos en algunos eventos de campaña.
Para colmo, durante las últimas semanas se ha dedicado a atacar a sus contrincantes, especialmente al actual líder Andrés Manuel López Obrador, lo cual se ha conjugado con su reciente falta de propuestas para mantenerlo estancado en el tercer lugar de las preferencias.
Meade no sólo está cayendo en las preferencias electorales día con día, sino que ¡también se cae de la silla!.
Esto ocurrió en la Tercera Cumbre Ciudadana.
Mal y de malas. pic.twitter.com/GESen7jlKO
— Carlos Álvarez (@CarlosAlvarezMX) 29 de mayo de 2018
Pero su caída no es meramente numérica, ahora también es una caída física. En un evento que se llevó a cabo este martes en el Palacio de Minería de la Ciudad de México, el exsecretario de Hacienda estaba esperando su turno para participar mientras se colocaba en su asiento.
Pero Meade anda tan de malas últimamente que, apenas colocarse en la silla, esta comenzó a ceder, provocando que el abanderado tricolor perdiera el equilibrio y estuviera a punto de sufrir una –nueva- estrepitosa caída.
