Thursday 02 de May del 2024

#Nacionales La DEA y la FGR tienen acorralado al gobernador de Tamaulipas

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El nombre de Francisco Javier García Cabeza de Vaca quizá le suene poco familiar, pero si le decimos que es el gobernador de Tamaulipas, y que además enfrenta acusaciones por operar con recursos de procedencia ilícita, defraudación fiscal y nexos con el narcotráfico, el asunto se pone más interesante.

La cabeza del mandatario tamaulipeco fue puesta el martes sobre la guillotina legislativa. La Fiscalía General de la República (FGR) solicitó al presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados, el legislador Moisés Ignacio Mier Velazco, una Declaración de Procedencia en su contra, que obligaría a la destitución por desafuero del mandatario panista.

Pero lo que realmente detonó la apertura de una carpeta de investigación en contra de Cabeza de Vaca, es su inexplicable y meteórica fortuna esparcida en cuentas bancarias, propiedades y empresas fantasma.

Una denuncia de Alejandro Rojas Díaz Durán revela que la suma del valor de las propiedades del gobernador alcanza los 104 millones de pesos, que no corresponde al sueldo de 13.2 millones de pesos declarados entre los años 2000 y 2016.

Según el expediente que dio a conocer la FGR, Cabeza de Vaca obtuvo la licitación de una obra pública en 2017 que nunca se construyó y se embolsó a través de una empresa fantasma 48,6 millones de pesos (unos 2,4 millones de dólares) y otros 33,5 millones (1,6 millones de dólares) a través de otras operaciones con su hermano José Manuel.

La Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la FGR escarbó un poco más en la investigación, y encontró que el patrimonio de Cabeza de Vaca incluye hasta 20 propiedades en Texas, valoradas en 10 millones de dólares, y 10 empresas con domicilios en California y Seattle, Estados Unidos, pero sólo dos de ellas se encuentran activas.

El documento de la dependencia que encabeza Santiago Nieto incluye en la investigación a Mariana Gómez Leal, esposa del gobernador, a sus hermanos Ismael y José Manuel, a su madre María de Lourdes Cabeza de Vaca Wattembarger y a su suegro, José Ramón Gómez Reséndez, pues Cabeza de Vaca convirtió a su círculo familiar más íntimo en el epicentro de sus movimientos financieros, legales e ilegales, declarados y ocultos.

La madre del tamaulipeco, doña María de Lourdes, posee 11 cuentas bancarias a su nombre, Cabeza de Vaca tiene 14, su esposa cuatro, y sus hermanos, el senador Ismael García, y José Manuel cuatro y seis respectivamente, más las 20 cuentas de su suegro. Se trata de una danza millonaria que no encuentra una explicación lícita.

Por si fuera poco, Cabeza de Vaca es señalado por el ex titular de Pemex, Emilio Lozoya, de haber aceptado sobornos cuando fue senador, a cambio de votar a favor de la reforma energética del presidente Enrique Peña Nieto.

Y si Cabeza de Vaca considera que el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) lo está persiguiendo, no sólo es el gobierno federal el que está detrás de él, la DEA y el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, ya lo investigan desde hace años por lavado de dinero, fraude bancario y por posibles nexos con el Cártel del Golfo.

La indagatoria contra el gobernador de Tamaulipas está soportada con reportes del Financial Crimes Enforcement Network (Fincen), una unidad del Tesoro norteamericano que combate el lavado de dinero.

El diario El País rememora que cuando Cabeza de Vaca era alcalde en 2005, permitió que en la Ciudad de Reynosa, Tamaulipas, durante una celebración del Día del Niño, se repartieran juguetes a los pequeños que iban firmados por un nombre conocido: Osiel Cárdenas Guillén, líder del Cártel del Golfo.

La DEA lo tuvo en su radar desde entonces, y cuando estaba a punto de convertirse en senador por el PAN en el 2012, la agencia norteamericana registró un encuentro del mandatario con Joaquín El Chapo Guzmán en Baja California Sur y el entonces secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna.

El periodista Óscar Balderas, escribió a propósito que el encuentro entre el capo mexicano y el mandatario estatal se celebró en la zona turística de los Cabos San Lucas (Baja California), al noroeste de México. El formato elegido fue una comida a la que acudió García Luna actualmente preso en los Estados Unidos.


El texto que obtuvo el periodista fue redactado el 17 de junio del 2015 en la oficina del entonces cónsul de Estados Unidos en Matamoros, Tamaulipas, Tobin Bradley. Y aunque, dicho documento parecía quedar en el olvido, ahora es un texto que confirma el estrecho lazo que mantuvo el panista con uno de los principales líderes del narcotráfico en México.

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