Pemex considera que parte de su personal sigue participando en el mercado ilícito de combustibles y podría también hacerlo en futuros ataques cibernéticos contra su sistema de información.

En un reporte que presentó a la Comisión de Valores de Estados Unidos (Securities and Exchange Commission, SEC por sus siglas en inglés) y a inversionistas globales, la petrolera señala que “en los últimos años México ha experimentado un periodo creciente de actividad delictiva, principalmente en las operaciones de los cárteles de la droga”.

Menciona que una de ellas es el mercado negro de combustibles, que incluye el robo y venta ilegal de hidrocarburos que produce y que le genera un impacto negativo en su condición financiera y operativa.

Datos de Pemex muestran que entre 2016 y 2019 se detuvo en flagrancia por el delito de tomas clandestinas a la red de ductos de la petrolera a 228 personas, entre las que estaban 44 de sus trabajadores activos y exempleados.

En 2017 se reportaron 10 mil 363 perforaciones para sustraerle combustible. Para el año siguiente se llegó a la cifra récord de 14 mil 910. En 2019 registró 10 mil 316 y para los primeros cinco meses de 2020 suman 4 mil 276 casos, ritmo similar al del año pasado.

Pemex alerta que otro problema que enfrenta son los ciberataques, que cada vez son más sofisticados, coordinados y costosos, y que pueden estar dirigidos a las operaciones o sistemas de información.

Aunque estableció una política para prevenir, detectar y corregir vulnerabilidades, advierte el riesgo de otro ataque, al argumentar que una de las causas es la negligencia o mala conducta de sus empleados.