Siempre que hay un secuestro o asesinato de un ciudadano extranjero o de un familiar de algún político o servidor público de primer nivel es cuando las autoridades policías y de las procuradurías se ponen a “trabajar” y dan resultados de inmediato; en cambio cuando hay un plagio de un ciudadano común y corriente o de un empresario mexicano ni siquiera indagan y esperan a que el delito ni se dé a conocer, ya que cada uno de esos ilícitos es una “mancha” para el gobierno donde se comete y por ende se convierte en una entidad o lugar inseguro.
Hay casos en que los mismos familiares de las víctimas son las que investigan y dan con el caso de los plagiarios, por lo cual las procuradurías en muchos de los casos no quieren ni levantar la demanda para no ver incrementar esa cifra en un delito tan delicado. Hay empresarios del ramo de la construcción, del transporte y otros que prefieren quedarse en el anonimato ante el temor de que los secuestradores atenten contra sus familiares y en otros casos se ven en la necesidad de tener que contratar seguridad privada.
Apenas hace unos día fue secuestrada y asesinada una ciudadana española en la Ciudad de México y encontrado su cuerpo sin vida en el Estado de México y ambas Procuradurías dijeron que no había una denuncia por el plagio, pero si por el crimen. También hubo otro caso de un empresario dueño de tlapalerías en la zona oriente del estado de México que fue plagiado y sus secuestradores tuvieron que pagar alrededor de 10 millones de pesos y nadie dijo nada, prefirió quedarse en el anonimato este delito para no involucrar a sus familiares.
Los secuestradores han encontrado una buena fuente de ingresos sin tener que trabajar mucho y deja más ganancias; los delincuentes son aquellos que se han unido al quedarse sin empleo o son ex policías debido a que conocen o estudian bien los movimientos de sus víctimas y en mucho de los casos son cercanas que saben dónde hay dinero y quien lo puede pagar.
La industria del secuestro vuelve a incrementarse en el país a consecuencia que el desempleo también va a la alza son dos factores que van unidos, incluso la delincuencia en todas sus modalidades según las estadísticas van subiendo y no hay quien ponga orden desde que comenzó a crearse el Mando Único que no ha podido constituirse bien a nivel nacional y en aquellos sitios donde se aplica esta mal.
Secuestros, asesinatos, robos a mano armada y más delitos incrementan. Las autoridades federales, estatales y municipales se ven opacados porque carecen de programas y proyectos para abatir el delito aquí en el país no se respeta a los policías como en otras naciones aquí al uniformado lo ven como un sinónimo de corrupción y no como un personaje que ponga orden, prueba de ello es que en el estado de México la Policía de Tránsito conformado de mujeres, esta corrompida al dar “claves” a los automovilistas para que puedan circular con sus vehículos sin ninguna restricción, ello a cambio de unos cuantos pesos sobre todo en municipios donde no se ha municipalizado tránsito.
