Guatemala.- El día de ayer el ex gobernador de Veracruz Javier Duarte tuvo una segunda audiencia ante el juez en Guatemala ante quien declaró que las acusaciones en su contra son “infundadas, ligeras, vagas e imprecisas”. Por lo que solicitó la extradición a México para poder resolver las acusaciones.

Lo que sorprendió en esa audiencia fue que el ex mandatorio acusado de lavar dinero, desviar recursos y desfalcar a su estado por al menos 35 mil millones de dólares estuvo muy sonriente ante las cámaras.

Muchos han visto en su rostro la expresión más cruda del cinismo, pues opinan que el ex gobernador saldrá libre en México. Y quizá no están equivocados.

Rodeado de reporteros, un periodista guatemalteco le preguntó: “¿por qué sonríe tanto?”, a Lo que respondió, bien quitado de la pena: “Porque en México obtendré mi libertad y podré disfrutar libremente de mis ahorritos.”

Otro periodista le preguntó.: “¿Por qué es tan cínico?” A lo que respondió, entre risas “Porque tengo la conciencia tranquila, no he robado, todo es un invento del gobernador panista de Veracruz”.

Ante esto, el periodista Diego Fonseca en el New York Times opinó “La expresión de Duarte es el último mensaje desolador: el poderoso puede reír aún atrapado y expuesto a la luz del día, como si nunca hubiera hecho nada o, peor, como si tuviera la certeza de que, sin importar las pruebas, terminará por salirse con la suya”.

A lo que agrega: “Duarte parece sentir que, aunque le pongan frente un pelotón de jueces, se librará porque sabe demasiado. Su sonrisa cínica exhibe su confianza en el conocimiento interno de las relaciones políticas”.