Durante la administración de Enrique Peña Nieto, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) descuidó sus ingresos y permitió que el priista gastara 1 billón 823 mil millones de pesos de manera discrecional, es decir, sin que esto fuera del conocimiento de la Cámara de Diputados.

De acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), la mayoría de ese dinero fue destinado al Ramo 23, que contó con un billón 371 mil millones de pesos en transferencias para estados y municipios.

De acuerdo con Proceso, el Ramo 23 es una herramienta que se emplea para comprar la lealtad de los gobiernos locales y legisladores, o para castigar a quienes son opositores del gobierno.

Asimismo, durante el pasado sexenio se empleó esta bolsa paralela para incrementar gastos en secretarías y para entregar 61 mil 659 millones de pesos a ciertos medios de comunicación, por medio de la publicidad oficial.

Entre los medios beneficiados se encuentran Televisa, TV Azteca, Grupo Imagen, El Universal y la Organización Editorial Mexicana, entre otros.